Trío Los Panchos - Sabor a mí (1944)

Consuelo pal desamor
por: P.A.Z.

En algún momento u otro, la vida nos enfrenta con ese trago amargo de desamor. Eso que según la Real Academia Española es:
1. m. Falta de amor o amistad.
2. m. Falta del sentimiento y afecto que inspiran por lo general ciertas cosas.
3. m. Enemistad, aborrecimiento.

La mayoría de los seres humanos de este planeta se han fumado el desagradable desamor. No está bueno, seguramente es de los peores tragos que la vida te puede brindar. No está bueno que una mina que amás con el alma y toda la fuerza, te mande a cagar de un día al otro, dejándote mirando el techo, muerto del dolor en el corazón.

Por suerte, o mejor dicho “dessuerte” a otras personas le pasaron lo mismo que a nosotros; puede ser un amigo que sufrió y se recompuso porque Juanita lo dejó “tirao” o pueden ser dos mexicanos y un boricua que se juntaron en 1944 en Nueva York para hacer música y escribir un temazo bien hechito para todos aquellos que les ha tocado sufrir el “no quiero saber más nada de vos”.

Como buen consuelo para ti, mi querido desenamorado, y talvez, como vómito de la asquerosa desenamorada, viene ésta canción que refriega por la cara la vida de novios de dos seres humanos.

El loco –y lo pongo en masculino porque lo escribió un pibe (Álvaro Carrillo) y porque yo soy pibe, conciente de que puede ser aplicable para ambos sexos-, dice:

“Tanto tiempo disfrutamos de este amor
Nuestras almas se acercaron tanto así
Que yo guardo tu sabor
Pero tú llevas también
Sabor a mí”

De una Álvaro le dice que ella lleva también sabor a él. O sea, “Me podés haber mandado a la concha de la hermana, pero querida, tu boquita, tus labios y tu revoleante lengua lleva día a día gustito a mí”.

Está excelente. La pobre boluda que te mandó a cagar, cuando camina por 18 de julio, cuando se sube al bondi, cuando cocina y cuando hace los mandados lleva un poquito de salivita de aquel guacho que decidió mandar a cagar.

Es genial, pues luego de otras tantas palabritas, Los Panchos sancionan que:

“Pasaran más de mil años muchos más
yo no sé si tenga amor la eternidad
pero allá tal como aquí
en la boca llevarás
sabor a mí”.

Y debo acudir a los adjetivos nuevamente, pero esto está fantástico. Hay que fijarse que como gran consuelo para el desamor, el loco les dice que por más que pase un culo de tiempo, en su boca, la mina llevará un gustito de su saliva.

Esto implica que la mina esa que te dejó, que te rompió el corazón, que se casó con tu mejor amigo, que te corneó con el verdulero, con el carnicero, con el zapatero, lleva, día a día y por el resto de su vida, sabor a ti.